Ante un problema de aparición de bolitas en la ropa, la resignación es un signo evidente entre los usuarios que nos comentan este problema debido a que no saben el origen y las causas que lo hacen evidente.
Fibras sueltas y enredadas que distorsionan la superficie de la ropa formando bolas o formando aglomeraciones en forma de nudos al final de las fibras, son las claras evidencias de una prenda con este problema.
Quien se lleva la palma con este asunto, son las prendas confeccionadas con lana condicionadas a las fibras y a su técnica de producirlas.
Como consecuencia de un daño en los capilares individuales producidos por frotamiento, la formación de estas bolitas aumenta al emplear hilos torneados flojos, puntos anchos en el hilo y una densidad excesivamente baja en el tramo o en la graduación de la maquina hiladora del confeccionista.
La inclinación hacia la formación de las mencionadas bolitas, depende en la lana de su procedencia y del tipo de distribución. Esto quiere decir de la clasificación de las diversas larguras y grosores de las fibras en el hilo y del tipo de su hilatura.
No nos engañemos con las soluciones caseras que podemos encontrar, meter la prenda en el congelador durante 24 horas cuando es nueva, lavarla dentro de una bolsa, lavarla a mano… el lavado no es el responsable, es el propio uso el que da origen a este problema y como tal podemos calificarlo como prenda de baja calidad.


