Técnicos en Mantenimiento e Higiene Textil

Entrevista a un cliente de tintorería

entrevistaCon esta Entrevista a un cliente de tintorería llevaba algún tiempo buscando la forma de querer compartir las conversaciones que suelo tener con los clientes, principalmente en sus puntos de vista y opiniones acerca de nuestros servicios en particular y el sector en general.

Escuchar opiniones del cliente es fundamental para conocer de la mejor manera el rumbo que sigue tu negocio o actividad para si llegado el caso, poder corregirlo y adaptarse a las necesidades reales del mismo.
En esta ocasión, traslado al teclado la entrevista que mantuve la pasada semana con Eder, cliente habitual, asiduo y conocedor de los beneficios que aporta la utilización de la tintorería.

Hori Bai
Hola Eder, en primer lugar agradecerte el tiempo que me dedicas para poder realizar esta entrevista.
Eder
No hay de qué, además los cafés van de tu cuenta (rie)
H.B.
Faltaría más.
Veamos Eder, si me atreví a proponerte esta entrevista, fue porque encajas en el perfil tipo de cliente de tintorería y gracias a ello hemos establecido una amistad durante estos años en los que con una asiduidad acorde a tus necesidades solicitas nuestros servicios. Por esto te pregunto, ¿ves la tintorería como un servicio del cual se pueda prescindir hoy en día?
E.
Con toda franqueza, no lo veo así. Todo lo contrario, la veo y ya lo hemos hablado en varias ocasiones, como un gasto que va ligado a dos factores, la higiene y la duración de las prendas, por lo tanto si uno quiere tener garantías de higiene y de rentabilizar la inversión realizada en la ropa, no tiene otra que recurrir a vuestros servicios.
H.B.
¿Crees que llevan razón quienes argumentan que la limpieza estropea las prendas?
E.
(risas) Es curioso que existe esto que me preguntas y te lo digo por varios comentarios que a nivel de compañeros de trabajo surgieron al hablar de estas cuestiones. Mi opinión es que no es cierto y quienes lo mantienen coinciden con malas experiencias o que no eligen la mejor tintorería (risas)
H.B.
Supongo que esas experiencias se deben a servicios mal realizados, en todos los oficios hay diferentes grados de profesionalidad, o a problemas en las calidades de las confecciones, que de un tiempo a esta parte padecemos.
Otra pregunta que te quiero hacer es, ¿De dónde parte tú mentalidad para usar nuestros servicios con la frecuencia con que lo haces?
E.
Si, esa mentalidad viene heredada de mi padre. Recuerdo que de niño mi madre me recogía por las tardes del colegio y los viernes siempre pasábamos por la tintorería a recoger los pantalones o chaquetas de mi padre. Pero ese recuerdo que la elegancia con la que vestía mi padre guardaba relación con el cuidado que le dedicaba a la ropa. Luego cuando cursaba estudios en la universidad, también usaba los servicios de tintorería, lo mismo que hoy en día con mis trajes.
H.B.
Por lo que dices, entiendo que desde hace mucho, conoces bien los beneficios que aportamos con nuestros servicios y eso hace que sepas distinguir también que la calidad tiene un precio.
Otra pregunta, ¿Crees que la tintorería es cara?
E.
Yo creo que no, además con empresarios como vosotros, que estáis siendo sensibles a la situación por la que atravesamos, y que hacéis precios especiales y descuentos a vuestros clientes más asiduos, no veo caro el llevar la ropa a la tintorería.
H.B.
Si es cierto, al cliente fiel y asiduo hay que facilitarle las cosas y como bien dices, más aún en estos tiempos.
¿Crees que existe mentalidad de limpieza y mantenimiento de las prendas?
E.
Creo que no la suficiente, por lo que te decía antes de los compañeros de trabajo, cuando sale el tema, se sorprenden con la asiduidad con que limpio por ejemplo mis trajes, o que jamás planchamos en casa la ropa usada etc. pero a la vez sí reconocen y comparan que sus trajes están peor conservados que los míos.
H.B.
Para ir terminando, que no quiero abusar mucho más de tu tiempo, unas preguntas cortas.
¿Alguna vez has tenido una prenda a la que le haya atacado la polilla?

E.
No
H.B.
¿Y alguna prenda con brillos?
E.
No
H.B.
¿Cuándo fue la última vez que te compraste un traje?
E.
Pues el verano pasado, para una boda.
H.B.
¿Al acabar la temporada de invierno o verano, guardas las prendas sin limpiar, a pesar de que las hayas usado mucho o poco?
E.
Nunca, y eso lo aprendí de ti cuando me enseñabas prendas con daños irreparables por culpa de haberlas guardado sin limpiar y es que pensamos que la ropa es una coraza o armadura y que lo aguanta todo.
H.B.
Ahora no recuerdo con exactitud que prendas y con qué problemáticas eran a las que haces referencia, pero ya conoces bien mí afán informativo y educativo.
Y para terminar, ¿quieres añadir alguna cosa más?
E.
Pues sí, me estoy acordando con esto que comentamos que aún por casa guardo unas chaquetas y jerséis de mi padre y que pueden tener perfectamente más de 50 años de antigüedad y están en perfectas condiciones, por lo que alguno de ellos los suelo utilizar.
H.B.
Eso es debido a la calidad de las prendas, que los tejidos han sufrido una variación muy significativa.
E.
Ya, pero por lo que decimos, también ayuda el haberlos guardado limpios, ¿no?
H.B.
Si, eso también es responsable de que los conserves en perfectas condiciones.
Eder, muchas gracias por tu disposición a esta entrevista y por el tiempo dedicado.
E.
No hay de que Ramón, ha sido un placer contribuir a la divulgación de vuestro trabajo.

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