En nuestro sector – igual que ocurre en tantos otros – conviven dos formas distintas de prestación del servicio, el tipo franquicia y el tipo tradicional.
Ante la desigualdad existente entre los dos modelos de tintorería, cabria preguntarse que nos diferencia, que nos hace distintas y cual de ellas puede ser la opción más acertada, pero con toda seguridad y a estas alturas, muchos de los lectores de estas paginas ya saben por experiencia cual es la diferencia. Por lo tanto poco puedo decir y que no se interprete como una defensa de nuestro modelo ante el opuesto.
Mi verdadera intención a la hora de escribir este articulo, no es otra que la de ayudar de alguna manera, a valorar y entender nuestra oferta ante la duda de cual elegir a la hora de necesitar un servicio de tintorería. La elección.
Esta situación es cada vez muy habitual en nuestra vida cotidiana y más aun la que nos impulsa a decidir entre valorar un servicio – viajes, vacaciones, hoteles, ropa, electrodomésticos etc. – “Low Cost” o uno tradicional.
Créeme que nos gustaría ofrecer precios bajos en los servicios que prestamos, pero esto conlleva eliminar o reducir tareas y sustituir productos y ciclos de trabajo que repercutirían directamente con el resultado final.
Sobre este asunto, hablamos con nuestros clientes y el resultado de estas conversaciones es coincidente, Yo busco calidad y sé que esa calidad tiene un precio. Después añaden sus experiencias con los servicios de precio bajo y también coinciden afirmando que, Lo barato, sale caro.
